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Museo Casa de Ricardo Rojas - Instituto de Investigaciones

DE BIBLIOTECAS Y MUSEOS

Por Bettina D'Alessando, Bibliotecaria del Museo Casa de Ricardo Rojas

¿Una biblioteca en un museo? Si, una biblioteca en un museo que antes de ser museo fue una casa habitada, transitada, atravesada por sus urgencias y sus momentos de calma. 

Una biblioteca compuesta por más de 20.000 libros, revistas y folletos cuyo contenido, autoría, características de edición y materialidad son de gran valor patrimonial, pero que también guarda entre sus miles de páginas, papeles dispersos, marcas personales de lectura, olores, voces, angustias, deseos... Una biblioteca viva porque tiene identidad propia: perteneció a Ricardo Rojas y Julieta Quinteros, quienes la donaron generosamente al estado argentino para que se vuelva un poquito nuestra también.

Entonces, es mucho más que una biblioteca de un museo, es una pequeña parte de nuestra historia aquí, al alcance de la mano. Es verdad que la biblioteca de un museo requiere un gran trabajo de organización para que pueda preservarse y volverse cada vez más accesible. Esto es posible por los encuentros humanos y la convergencia de saberes que aquí acontecen; el equipo de trabajadores del museo aporta sus conocimientos y experiencias que son complementados, reelaborados y resignificados por ustedes, nuestros públicos. Una cosa es impensable sin la otra, como es impensable que la semilla se transforme en fruto sin el aporte de la luz y de la sombra, del viento y del agua. 

  

Para nosotros, trabajadores del museo que gestionan este espacio, archivan y guardan documentos, conservan y restauran obras artísticas (incluída la maravillosa arquitectura de la casa), diseñan y organizan programas públicos y educativos, proponen talleres de diversos tipos, invitan a la lectura y la poesía, comunican y dialogan con los interlocutores más diversos, reciben a los visitantes, administran montañas de documentos, limpian cada rincón, cuidan cada objeto como si fuera propio, para nosotros, decía, trabajadores del museo, los públicos son ustedes, caminantes en busca de un lugar donde sentirse parte. 

Pienso esta y todas las bibliotecas como un espacio que cartografía y enlaza distintos medios habitables, es decir, esos sitios que percibimos como acogedores, donde nos gusta pasar el tiempo porque son también lugares de aprendizajes, intercambios, encuentros. 

Les doy la bienvenida a la biblioteca de este museo. 

¡Que sus pasos queden aquí atesorados para siempre! 

Bettina D'Alessandro

Bibliotecaria de Museo Casa de Ricardo Rojas.