El desafío forma parte de Voces de la casa, con el fin de repensar el discurso museográfico e invitar a la comunidad para participar de la construcción de un nuevo relato, en defensa de una sociedad más justa, equitativa y diversa.
"El escritor Ricardo Rojas mandó construir su casa
con la idea: somos Eurindia,
una fusión entre pueblos indígenas y pueblos europeos.
Y mandó tallar en piedra el rostro indígena
que se repite en las columnas del patio de Recepción
y es el logo del Museo.
Hoy queremos reconstruir la casa
con nuevas miradas, ideas y sueños,
Por eso, te invitamos a darle vida al logo del Museo.
Pensá quién es hoy este rostro, cómo vive, qué hace.
Tomá la imagen y transformala como quieras,
con los colores, materiales y el tamaño que desees."
Los museos, entre muchas otras cosas, son herramientas de legitimación y creación de saberes. Esto implica una responsabilidad social a la hora de curar exhibiciones, desarrollar programas públicos y establecer criteros de gestión de colecciones. A través de este proyecto, buscamos legitimar aquellas memorias que fueron negadas en la historia e invitamos a sumar voces que fueron silenciadas. Convocamos al colectivo Identidad Marrón para sumarlo a distintas etapas del proyecto, porque nos parece fundamental incorporar una perspectiva antirracista en el museo.
"Identidad Marrón es un colectivo de personas marrones descendientes de indígenas, campesinos y migrantes que luchamos para visibilizar nuestras existencias en este país, proponiendo políticas públicas para lograr una igualdad de acceso real a derechos."
Para nuestro museo es importante mantener vivo el pensamiento de Ricardo Rojas, actualizándolo, haciendo énfasis en las luchas presentes. Conversamos y trabajamos con Alejandro Mamani, Flora Alvarado, Emmanuel Franco, América López Balderrama y Abril Carissimo.
"Creemos que los museos tienen una cierta similitud con la justicia, porque son instituciones que se habitan por un espíritu de verdad, de lo correcto o lo incorrecto, de los observados y de los observadores, y desde esa analogía es necesario plantear que los discursos necesitan humanizar a los observadores, humanizar lo que muchas veces fue deshumanizado en esas mismas instituciones", nos cuenta Alejandro. Al mismo tiempo, expresa la necesidad de una actualización desde el cuerpo: "cuerpos marrones descendientes de indígenas tomando lugares en los museos y teniendo voz".
El logo del Museo Casa de Ricardo Rojas representa un rostro indígena, ¿cómo surge la idea de "darle vida"?
"Las personas racializadas marrones e indígenas pareciera que siempre estamos en las instituciones artísticas para ser observadas, señaladas, desde una perspectiva pasiva, Estamos inmóviles, y no como sujetos creadores. A pesar de que siempre nos observan como parte de un pasado, nosotros somos parte de un presente, muchas veces invisibilizado, y somos parte de un futuro que nadie se atreve a pensar. Nuestras caras vivas son un motivo político", dice Emmanuel.
En el video de la convocatoria, Flora nos cuenta que el 60 % de la población en Argentina tiene ADN indígena, En relación a los museos, es necesario dejar de reproducir estereotipos y prejuicios que giran en torno a lo indígena.