El 2019 fue un año de desafíos. Trajo nuevos modos de abordar y habitar el espacio del museo que resultaron ser muy enriquecedores para el Área de Museología y Comunidades. En esta oportunidad, nos animamos a trabajar colaborativamente con un grupo heterogénero de personas usuarias del sistema de Salud Mental, psicólogxs, psiquiatras, artistas y terapistas ocupacionales, permitiéndonos un vínculo nuevo, distinto y sostenido en el tiempo. La coordinación horizontal y transdisciplinar de actividades y propuestas durante varios meses fue sin dudas una montaña rusa que nos llenó de nuevos afectos y aprendizajes.
Muchas cosas en común nos unieron desde el principio como equipo de trabajo. Una de las más importantes es que priorizamos la calidad de la experiencia antes que la cantidad de participantes. Esto nos permitió trabajar con un mismo grupo desde el inicio sin aspirar a superar el número de visitas, lejos de las estadísticas y cerca de cada participante. Nuestro objetivo fue que cada persona que participó durante estos 6 meses se sintiera como en casa, escuchado, en confianza para compartir sus valiosos y diversos saberes.
El mayor regalo fue haber podido sostener, con altibajos, los ánimos, la esperanza y las ganas de seguir construyendo juntxs todos estos meses. Afirmamos que no existen fórmulas mágicas para lograr un trabajo colaborativo y horizontal porque cada experiencia es totalmente distinta. Fuimos aprendiendo en el camino a caminar juntxs, ¡y nos encantó!
A modo de cierre de esta etapa que compartimos, decidimos montar una exhibición efímera de todas las producciones que hicimos. No faltaron festejos con familia y amistades. A continuación, les compartimos imágenes.
Gracias Agustina, Diego, Andrea, Florencia, Romina, Marisa, Lisette, Virginia, Nicolás, Amarilis, Victoria, María Elena, Martin, Humberto, Noemí, Gonzalo, Juan Carlos, María Josefa, José Miguel y todas las personas que nos acompañaron.
